Diego Salvador Fernandez-Sanchez,1 Jose Ramos Munoz,1 Antonio Luque,2 Hipolito Collado Giraldo,3 Salvador Dominguez Bella,1 Manuel Bea,4 Pedro Cantalejo Duarte,5 Jose Ramon Bello,3 Jorge Angas,4 Jorge Miranda,4 Francisco Javier Gracia Prieto,1 Marcos Garcia Diez,6 Jose Julio Garcia-Arranz,7 Juan Carlos Aguilar,7 Eduardo Vijande Vila,1 Antonio Aranda5
1. Universidad de Cadiz. 2. Espeleo Club Algeciras (ECA). 3. Junta de Extremadura. 4. Universidad de Zaragoza. 5. Museo de la Prehistoria de Ardales. 6. Universidad Isabel I de Burgos. 7. Universidad de Extremadura
Sin lugar a dudas, el estrecho de Gibraltar constituye uno de los focos con mayor concentración de enclaves con arte rupestre prehistórico de toda la península Ibérica. Existen centenares de cavidades, en su mayoría abrigos al aire libre formados sobre roca arenisca denominados taffonis, con manifestaciones gráficas que abarcan un amplio período cronológico desde fechas antiguas del Paleolítico hasta momentos finales de la Prehistoria. Dada esta excepcionalidad del registro gráfico, no es de extrañar que la zona haya atraído el interés de numerosos investigadores desde principios del s. XX: Cabré y Hernández Pacheco, Breuil y Burkitt, Uwe Topper y Uta Topper, Martí Mas, Mónica Solís, Hipólito Collado, Diego Fernández y José Ramos, etc. Con todo, los trabajos de revisión que nuestro equipo viene realizando en diferentes emplazamientos conocidos desde hace décadas, están permitiendo la documentación de grafemas cuya presencia en el dispositivo gráfico prehistórico gaditano era totalmente desconocida. Tal es el caso de las manos aerografiadas.
Hasta 2014, la cueva de Ardales (Málaga) constituía la única cavidad del sur peninsular con presencia de manos en negativo. No será hasta este año cuando el descubrimiento de tres nuevas manos aerografiadas en cueva de las Estrellas (Castellar de la Frontera) por Simón Blanco, genere un cambio en la concepción del arte rupestre del campo de Gibraltar en el que, por vez primera, se advertía el uso del aerografiado. A partir de entonces, nuestro grupo comienza una serie de trabajos, autorizados por la Delegación Territorial de Cultura de la Junta de Andalucía, con el objetivo de intensificar las prospecciones en el tajo de las Abejeras y, por supuesto, profundizar en el estudio de los paneles de la cueva de las Estrellas. En total se han detectado más de una treintena de representaciones distribuidas en 15 paneles diferentes en los que el aerografiado de manos, el aplique de pigmento mediante digitación o incluso el uso de finos pinceles, constituyen recursos comunes de estos artistas prehistóricos.
No obstante, sin riesgo a equivocarnos, la técnica del aerografiado sobresale tanto por su complejidad de factura como por su distribución homogénea por toda la cavidad, a lo que se une el hecho de tan solo 32 cavidades europeas alberguen negativos de manos. Como resultado de los intensos trabajos en Estrellas, se logra incrementar la nómina de manos aerografiadas a 8. Vemos así aspectos como el repliegue intencionado de dedos, la representación/ocultación del antebrazo o incluso la presencia de huellas cuyo reducido tamaño indica la participación inequívoca de individuos infantiles. Todos estos parámetros manifiestan una clara sintonía con la misma tipología de motivos representados en yacimientos como cueva de Maltravieso (Cáceres), Fuente del Trucho (Colungo, Huesca), cueva del Castillo (Puente Viesgo, Cantabria), etc.
Destaca así mismo el enorme interés cronológico de la cueva de las Estrellas a la luz de las dataciones que están ofreciendo al respecto cueva de Ardales y cueva de Maltravieso. Aquí, la datación por U/Th de algunas secuencias, está reflejando una pronunciada antigüedad de las manos en negativo, con cifras que superan los 60 Ka. Este hecho demuestra el extraordinario potencial de Estrellas en el marco del debate actual sobre la antigüedad y autoría del arte rupestre prehistórico donde, el sur peninsular, está aportando sólidos argumentos.