Leopoldo Moreno Barranco. Licenciado en Geografía e Historia por la UNED y licenciado en Filología Clásica por la Universidad de Sevilla
El juicio de residencia es un proceso al que debían someterse los oficiales de los municipios al finalizar su mandato para responder de su desempeño y determinar su aptitud para el mismo o mayores cargos. Se analiza aquí el juicio realizado en Jimena de la Frontera, en 1661, por don Agustín Adorno, juez de residencia designado por el duque de Medina Sidonia. Es juzgada la labor de los oficiales de los tres años anteriores, desde el corregidor saliente, don Pedro de Escobar Maldonado, a los fieles del repeso y la carnicería. Los cargos son numerosos y detallados y reflejan el escaso rigor e incluso la corrupción cotidiana de aquella administración local. Se complementa este estudio con la referencia a otros dos juicios de residencia celebrados en Jimena. Estos dos últimos están datados en 1597 y 1630. Los tres documentos proceden del Archivo de la Real Chancillería de Granada.