Gabriel Fernández Ahumada. Consejería de Educación y Cultura, Sección de Patrimonio Cultural. Ciudad Autónoma de Ceuta/ Instituto de Estudios Ceutíes.
Fernando Villada Paredes. Arqueólogo. Consejería de Educación y Cultura, Sección de Patrimonio Cultural. Ciudad Autónoma de Ceuta/Instituto de Estudios Ceutíes.
En el marco del proyecto “Scripta Manent. Inventario y catalogación de los signos lapidarios de Ceuta” se presentan en esta ocasión un conjunto de grafitos inéditos trazados sobre los muros del Āfrāg mariní, la ciudad levantada en las proximidades de Ceuta por el sultán mariní Abu Said en 1328 ca.
Se trazan sobre el rico calicostrado de las torres T9 y T19 que flanquean la puerta occidental del recinto, la puerta de Fez,utilizando un elemento puntiagudo. Las pérdidas del soporte unida al paso del tiempo han hecho que su estado de conservación sea, en general, muy deficiente lo que hace muy difícil percibir su presencia incluso en un examen minucioso de estas superficies. De ahí que su interpretación sea difícil.
Se presentan un total de 24 grafitos en algunos casos de gran tamaño.
Destacan por su número, ocho ejemplares, los motivos navales que reproducen embarcaciones de forma muy esquemática. Suponen una tercera parte de los documentados.
De especial interés son dos. El primero, de grandes dimensiones, muestra el casco de una embarcación con remos indicados por medio de pequeños trazos esquemáticos. Recuerda a un ejemplar documentado en la muralla de Albayzin granadina e interpretado como un cárabo (qarib/qarawib), una embarcación auxiliar. El segundo muestra una escena con dos embarcaciones navegando a la izquierda. En la situada a la izquierda, de casco muy esquemático en parte perdido, se dibujan múltiples líneas quizás figurando remos. Arrastra con un cabo otra embarcación de casco esquemático y sin remos. Es posible que pueda representar uno de los múltiples apresamientos que tuvieron lugar en aguas del Estrecho.
Otros cuatro han sido interpretados como posibles escrituras árabes de las que no ha conseguido realizarse una lectura y uno más como un motivo arquitectónico (un arco).
La mayoría corresponden a reticulados y líneas de difícil interpretación. Quizás la de mayor relevancia sea una línea de notable longitud y finamente trazada dividida en varios tramos por pequeños trazos perpendiculares. La secuencia es la siguiente 9,5 – 9,5 – 15,9 – 13,2 – 9,5 – 9,5 – 9,5. La medida mayor puede ser interpretada como dos palmos, en tanto que la intermedia parece corresponder a 5 pulgadas. La inferior es cercana a los cinco dedos del sistema basado en el codo ma´muní vigente en el momento de la construcción. Resulta sugerente pensar en que este grafito pudiera tratarse de una regla realizada a pie de obra y relacionada con la propia construcción.
Tanto este último como el arco y también algunos reticulados, parecen poder asociarse con actividades relacionados con la construcción lo que unido a la presencia de rebabas en algunos de ellos permitiría su datación en momentos cercanos a la edificación del conjunto.
La propia historia del monumento, que pierde tras la conquista portuguesa de 1415 su función primigenia, apunta a esta cronología.